La Rebutia pygmaea es muy fácil de cultivar, es un cactus especialmente indicado para principiantes.
Es un cactus de montaña, donde crece a más de 3000m (algunas formas a más de 4000m) sobre el nivel del mar y, por tanto, en su hábitat está sometida a una fuerte irradiación ultravioleta, por lo que necesita un máximo de luz para que produzca sus flores en la más amplia gama de colores de las rebutias.
Hemos de tener especial cuidado en utilizar un substrato poroso en una maceta bien drenada para evitar pudriciones de su gruesa raíz.
Ubicación
La Rebutia pygmaea en el clima mediterráneo crece muy bien en el alféizar de la cocina, protegida de las lluvias invernales.
Como sus espinas son pequeñas, no protegen su cuerpo tanto como en otras rebutias y es mejor no exponerla al sol fuerte de mediodía en verano.
Necesita buena circulación de aire fresco en primavera y verano para evitar las plagas de insectos y hongos, aunque es menos propensa a estos ataques que otras rebutias de los subgéneros Rebutia y Aylostera..
Las macetas han de ser altas para recoger su gran raíz y estrechas, pues no alcanzan gran amplitud y deben tener muy buen drenaje, con un substrato muy permeable. A la hora de decidir su ubicación hemos de tener en cuenta que se escurrirá agua en su substrato muy drenante.
Ha de pasar el invierno en un lugar fresco y luminoso, que favorece la floración en primavera. Si está seca, las temperaturas de 0ºC o incluso inferiores no las dañan.
En verano hay que evitar las excesivas temperaturas, facilitándole buena aireación y algo de sombreado en las horas centrales del día.
Plagas
La plaga que más le afecta es la araña roja, que prolifera en ambientes secos, por lo que conviene pulverizar con agua de vez en cuando. También conviene utilizar un acaricida específico varias veces al año
La cochinilla algodonosa le puede provocar heridas en su corteza por la que se originan pudriciones, aunque su corteza es más dura que la de otras rebutias de l subgénero Rebutia y del subgénero Aylostera. Se puede eliminar manualmente con unas pinzas de las utilizadas en electrónica o con bastoncitos con algodón impregnados en alcohol. Si el ataque es muy fuerte, se eliminan mediante aceite parafínico, que es un insecticida de contacto empleado en agricultura ecológica, que produce una capa impermeable sobre el insecto o en zonas donde se encuentra protegido que le impide respirar. También conviene fumigar dos veces con un insecticida a base de clorpirifos, con quince días de intervalo. Para la lucha biológica se utiliza Cryptolaemus montrouzieri, una mariquita depredadora de la araña roja, que ataca su fina corteza y la vuelve marrón con relativa rapidez.
Para la cochinilla de raíz es conveniente trasplantar con frecuencia las rebutias y revisar sus raíces por si tienen cochinilla y observar las paredes de la maceta por si hay deposiciones blanquecinas de la cochinilla. Si la planta estuviera infectada, conviene recotarlas raíces y volver a enraizar con ayuda de hormonas o bien limpiarlas meticulosamente y sumergirlas durante 10 minutos en insecticida.
La larva de la mosca escíarida, del substrato, ataca sobre todo los plantones recientes de rebutias en substrato de turba. Es muy conveniente esterilizar el substrato antes de utilizarlo para semilleros. Para la lucha biológica se utiliza el coleóptero depredador Atheta coriaria, muy voraz y muy eficiente en el control de las larvas de mosca escíarida. Es bueno colocar trampas adhesivas amarillas para atrapar la mosca adulta. Rebutia pygmaea responde bien a la germinación en un substrato completamente mineral, con lo cual nos evitamos esta insidiosa plaga.
Los hongos también pueden provocar la muerte de las rebutias. Utilizar riegos preventivos con fungicida.
La mejor protección de las plantas frente enfermedades y parásitos es comprar plantas sanas y darles un buen cultivo, soleado, aireado y proveer las necesidades de agua y abonos.
Riego
La Rebutia pygmaea, como la mayoría de los cactus en el hábitat tienen la temporada de lluvia y la temporada seca. Sin embargo, como crecen a alturas muy elevadas, su fuente principal de agua no proviene de la lluvia, sino del deshielo y al mojarse por la condensación de las nubes o el rocío. Los riegos deben aproximarse a esas condiciones del hábitat; por tanto, se recomienda los riegos por inundación de la maceta (no por arriba con la manguera) que comenzarán ligeros en abril y mayo para aumentar en junio, julio y agosto, disminuir otra vez en septiembre y octubre para cesar completamente desde noviembre a marzo. En estos últimos meses y, esporádicamente a lo largo de todo el año, conviene pulverizar con agua ligeramente de vez en cuando, especialmente tras un día muy soleado o de viento cálido. Si no se dispone mucho tiempo para pulverizar manualmente, conviene instalar un sistema de vaporización.
No se debe regar en los meses más fríos si se tiene las plantas a bajas temperaturas; las plantas secas pueden resistir incluso temperaturas bajo 0ºC, pero les viene bien una pulverización tras unos días soleados en invierno. En la primavera, los riegos han de ser bastante ligeros, manteniendo las plantas completamente secas antes de repetir el riego y no regar plenamente hasta mediados de mayo. En un invernadero frío, el riego puede mantenerse con cierta regularidad hasta finales de octubre y reiniciarse a principios de marzo. Tras el riego, no hay que dejar las plantas en un recipiente con agua más de media hora, no admiten el agua estancada; no hay que olvidar que viven en suelos inclinados donde no se retiene el agua.
Conviene que el agua de riego sea ligeramente ácida, no calcárea, el agua de lluvia es la forma mejor y más económica para regar nuestras plantas.
Y, sobre todo, no volver a regar hasta que el substrato de la maceta esté completamente seco.
Abono
Abonar a partir del segundo riego con un abono para cactus comercial y sólo más tarde usar abonos con mayor índice de fosfato y potasio.
En verano, conviene proporcionarles un riego abundante, con un abono no orgánico rico en potasio, como en que se usa en las tomateras, en cada riego.
Reproducción
La Rebutia pygmaeai tipo y sus variedades son autofértiles. Sus semillas germinan a la luz, y maduran relativamente rápido. La siembra tiene por eso el mejor éxito si se usan semillas frescas. Tras un año disminuye la posibilidad de germinación bastante. La temperatura de germinación ideal está entre 20 y 22ºC. Se aconseja sembrar en septiembre o en marzo en recipientes cubiertos con plástico o cristal. Normalmente germinan a las dos o tres semanas y hay que destaparlas para que la ventilación evite el “dumping-off” que ataca a los semilleros de cactus estancos.
Los esquejes que se cortan de la planta se dejan secar una semana. Luego se pueden colocar sobre una base de substrato húmedo o seco. Preferentemente al principio de la primavera.
El injerto no es necesario en Rebutia pygmaea.
Rebutia pygmaea mudanensis plántulas
Trasplante
En los primeros años hay que cambiar de maceta cada año hasta llegar a un tamaño de maceta de 10 cm, entonces hay que dejar descansar un año o dos antes del trasplante.
Trasplantar a finales del invierno o principios de primavera, antes de comenzar a regar, permaneciendo un par de semanas tras el trasplante antes de regar.
Rebutia pygmaea colorea gavazzi lista para el segundo trasplante
Le va bien una mezcla ácida, pH entre 4,5 y 6, de una parte de turba negra abonada y muy desmenuzada, una partes de sílice y una de perlita de calibre grueso. Además les viene bien un fondo de gravilla no calcárea para el drenaje, ya que no les gusta tener agua encharcada en sus raíces.
Mezclar bien los tres, usar el compuesto casi seco y evitar romper las raíces cuando sacudamos el viejo substrato para eliminarlo de las raíces antes del trasplante. Al mismo tiempo se puede observar la presencia de cochinilla de raíz.
Como recipientes recomendamos macetas de plástico no muy amplias y sí profundas para contener su gruesa raíz. También se puede tener varias plantas en la misma maceta.
Rebutia pygmaea orurensis plantulas en flor