Con la hibridación de cactus se suele buscar un híbrido que presente alguna característica deseable de cada progenitor. Para evitar la autopolinización, se suelen retirar los estambres del cactus receptor del polen del otro cactus.
A menudo los hibridos resultan estériles y no producen semillas. De todos modos, no es aconsejables reproducirlos por semillas, a no ser que estén fijadas las características, pues los nuevos cactus producidos se pueden parecer más a los abuelos que a los padres. Por eso, se suelen reproducir por esqueje, para conseguir ejemplares idénticos.
Con mucha frecuencia, los híbridos de cactus son mayores, más resistentes y producen más flores que sus progenitores, posiblemente por la mezcla de genes.
Si son intergenéricos (muy raros), se pone la x delante. Si son del mismo género (la mayoría), se pone una x entre ambas.
La hibridación puede ser natural o por cultivo.
Los híbridos cultivados se nombran de acuerdo con el Código Internacional de Nomenclatura para Plantas Cultivadas.
Si bien, uno de los fines principales de la hibridación es conseguir ejemplares más vigorosos y bellos que tengan características deseables de sus progenitores, también se hibridizan cactus para poder reproducir alguna variedad.
Por ejemplo, la Rebutia schatzliana (Rebutia albipectinata schatzliana), se distribuía por esquejes entre aficcionados y no comercialmente, porque no producía semillas viables. Esto podía ser debido a que todas las plantas en cultivo provenían de un único clon. Se hibridó con Rebutia heliosa, obteniendo ejemplares más sanos, robustos y floríferos que sus progenitores, más delicados ambos. Además, con el cruce de los híbridos obtenidos por semilla, se pueden obtener nuevos ejemplares de Rebutia albipectinata schatzliana que producirán semillas viables.
Rebutia heliosa x schatzliana
Algo parecido ocurrió con Rebutia albiflora (Rebutia pulvinosa ssp. albiflora). Durante mucho tiempo, todas las plantas en circulación provenían por esquejado de un solo clon y no producía semillas viables.
Se la cruzó con Rebutia heliosa y se obtuvieron híbridos de Rebutia heliosa x albiflora (Rebutia heliosa x pulvinosa ssp. albiflora). Cruzando estos híbridos entre sí, entre otros, se obtuvieron nuevos ejemplares de Rebutia pulvinosa ssp. albiflora.
Cuando se produce una mutación en una planta por influencia humana, en la mesa de cultivo, a la nueva planta se la llama cultivar.
Los cultivares se suelen conseguir a partir de híbridos, es decir, seleccionando determinados y fijando sus caracteres. También se obtienen cultivares a partir de una variedad natural y son casos más raros, pero también se dan.
Una vez hemos obtenidos varios híbridos, por ejemplo, de Rebutia heliosa x pulvinosa ssp. albiflora, de entre ellos se escogió un ejemplar vigoroso con flores de color claro que es una característica bastante inusual en Aylostera que aporta el progenitor de Rebutia pulvinosa ssp. albiflora y de cabecitas con las espinas adpresas que es una característica que le da belleza al cactus que aporta el progenitor Rebutia heliosa. Este ejemplar lo ofreció el ISI (International Succulent Institute) en 1992 y se conoce como el cultivar Sunrise, que significa amanecer.
Rebutia cv. Sunrise
Los cultivares se nombran poniendola abreviatura cv. y el nombre del cultivar (que suele ir en mayúscula) sin subrayado ni cursiva o con el nombre del cultivar entre comillas.
Así pues, a este cultivar lo podemos llamar Rebutia cv. Sunrise o Rebutia “Sunrise”
Para describir un nuevo cultivar, se publica en una revista botánica, junto con el nombre que se le quiere dar. Muchos nombres son propios de mujer o metáforas que intentan expresar la belleza del cultivar.
La taxonomía reconoce categorías o grupos hasta el nivel de variedad botánica y, en algunos casos como en The new cactus lexicon, se quedan a nivel de subespecies. Sin embargo, en el cultivo y entre coleccionistas, se identifican las formas cultivadas de una especie como cultivar u hortícola, para referirse a poblaciones dentro de una determinada especie que poseen una o más características particulares. Esta denominación, que no tiene una validez o base natural taxonómica, tiene una gran importancia práctica ya que permite identificar y seleccionar las poblaciones más adecuadas.
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