jueves, 3 de mayo de 2012

Cultivo de Rebutia neocumingii

La Rebutia neocumingii es la más fácil de cultivar del subgénero Weingartia, aunque abarca a tres subespecies y numerosas variedades, con mayor o menos grado de dificultad dependiendo de sus características propias como el tipo de raíz o densidad de espinación. En cualquier caso, la subespecie neocumingii es la de más fácil cultivo de todas. Ubicación La Rebutia neocumingii crece muy bien en un balcón cubierto o en un invernadero bien iluminado, o incluso en el suelo protegida de las lluvias invernales. En verano hay que evitar las excesivas temperaturas, facilitándole buena aireación y algo de sombreado en las horas centrales del día y también en los primeros días cálidos de primavera para evitar quemaduras, especialmente en aquellas que tienen menos espinas como las de la subespecie lanata o en las que crecen entre hierbas y musgos como la Rebutia neocumingii subsp. pulquinensis knizei. La Rebutia neocumingii subsp. neocumingii tipo requiere temperaturas frescas en verano, no le va bien pasar el verano en un invernadero cálido. Necesita buena circulación de aire fresco en primavera y verano para evitar las plagas de insectos y hongos. Las macetas deben tener muy buen drenaje, con un substrato muy permeable. A la hora de decidir su ubicación hemos de tener en cuenta que se escurrirá agua cuando la reguemos. Ha de pasar el invierno en un lugar fresco y luminoso, que favorece la floración en primavera. Si está seca, las temperaturas de 0ºC o incluso inferiores no las dañan. Hay que tener en cuelta que determinadas variedades como la riograndensis o la mairanana crecen a alturas más bajas que las demás, en un clima subtropical, por lo que soportan menos el frío en invierno. Plagas Lo mejor para evitar plagas oportunistas asociadas a la sequedad como la araña roja o la cochinilla es pulverizar con agua de vez en cuando. La cochinilla algodonosa es fácil de detectar en sus tallos y se puede camuflar entre sus frutos, pero es fácil de eliminar con un bastoncillo algodonoso empapado con alcohol. La araña roja es su peor enemigo y prolifera en ambientes secos. Puede afear sus tallos e incluso matar a la planta. Conviene utilizar un acaricida específico varias veces al año. Para la cochinilla de raíz es conveniente trasplantar con frecuencia las rebutias y revisar sus raíces por si tienen cochinilla y observar las paredes de la maceta por si hay deposiciones blanquecinas de la cochinilla. Si la planta estuviera infectada, conviene recortar las raíces y volver a enraizar con ayuda de hormonas o bien limpiarlas meticulosamente y sumergirlas durante 10 minutos en insecticida. La larva de la mosca esciárida, del substrato, ataca sobre todo los plantones recientes de rebutias en substrato de turba. Una capa de vermiculita en el semillero es bastante eficaz como barrera. Es muy conveniente esterilizar el substrato antes de utilizarlo para semilleros. Para la lucha biológica se utiliza el coleóptero depredador Atheta coriaria, muy voraz y muy eficiente en el control de las larvas de mosca esciárida. Es bueno colocar trampas adhesivas amarillas para atrapar la mosca adulta. Los hongos también pueden provocar la muerte de las rebutias. Utilizar riegos preventivos con fungicida. La mejor protección de las plantas frente enfermedades y parásitos es comprar plantas sanas y darles un buen cultivo, soleado, aireado y proveer las necesidades de agua y abonos. Riego La Rebutia neocumingii, como la mayoría de los cactus en el hábitat tienen la temporada de lluvia y la temporada seca. Las necesidades de agua de la Rebutia neocumingii son mayores que las de otros cactus. Una de las que más riego precisa es la Rebutia neocumingii subsp. pulquinensis knizei, que en su zona de origen las precipitaciones anuales medias alcanzan los 80cm, casi el doble que las de la provincia de Valencia. Los riegos deben aproximarse a esas condiciones del hábitat; por tanto, se recomienda comenzar los riegos ligeros en marzo y abril para aumentar en mayo, junio, julio y agosto, disminuir otra vez en septiembre y octubre para cesar completamente desde mediados de noviembre a febrero. En estos últimos meses y, esporádicamente a lo largo de todo el año, conviene pulverizar con agua de vez en cuando, especialmente tras un día muy soleado o de viento cálido. Si no se dispone mucho tiempo para pulverizar manualmente, conviene instalar un sistema de pulverización vaporización. No se debe regar en los meses más fríos si se tiene las plantas a bajas temperaturas; las plantas secas pueden resistir incluso temperaturas bajo 0ºC, pero les viene bien una pulverización tras unos días soleados en invierno. En la primavera, los riegos han de ser bastante ligeros, manteniendo las plantas completamente secas antes de repetir el riego y no regar plenamente hasta mediados de mayo. En un invernadero frío, el riego puede mantenerse con cierta regularidad hasta finales de octubre y reiniciarse a principios de marzo. Tras el riego, no hay que dejar las plantas en un recipiente con agua más de media hora, no admiten el agua estancada; no hay que olvidar que viven en suelos inclinados donde no se retiene el agua. Conviene que el agua de riego sea ligeramente ácida, no calcárea, el agua de lluvia es la forma mejor y más económica para regar nuestras plantas. Y, sobre todo, no volver a regar hasta que el substrato de la maceta esté completamente seco. Abono Abonar a partir del segundo riego con un abono para cactus comercial y sólo más tarde usar abonos con mayor índice de fosfato y potasio. En verano, conviene proporcionarles un riego abundante, con un abono no orgánico rico en potasio, como en que se usa en las tomateras, en cada riego. Reproducción La Rebutia neocumingii, es autoestéril por lo que precisamos tener más de un ejemplar para obtener semillas viables. Las semillas de Rebutia neocumingii germinan a la luz y su producción en semillero es más bien fácil. La siembra tiene mejor éxito si se usan semillas frescas, pues tras un año disminuye la posibilidad de germinación bastante. La temperatura de germinación ideal está entre 20 y 22ºC. Se aconseja sembrar en septiembre o en marzo en recipientes cubiertos con plástico o cristal. Normalmente germinan a las dos o tres semanas y hay que destaparlas para que la ventilación evite el “dumping-off” que ataca a los semilleros de cactus estancos.
Rebutia neocumingii ssp. pulquinensis mairanana de dos años Trasplante. En los primeros años hay que cambiar de maceta cada año hasta llegar a un tamaño de maceta de 10 cm, entonces hay que dejar descansar un año o dos antes del trasplante. Trasplantar a finales del invierno o principios de primavera, antes de comenzar a regar, permaneciendo un par de semanas tras el trasplante antes de regar. Le va bien una mezcla ácida, pH entre 4,5 y 6, de tres partes de turba rubia de spagnum, una parte de turba negra abonada, tres partes de sílice y una de perlita. Además les viene bien un fondo de gravilla no calcárea para el drenaje, ya que no les gusta tener agua encharcada en sus raíces. Mezclar bien los cuatro, usar el compuesto casi seco y evitar romper las raíces cuando sacudamos el viejo substrato para eliminarlo de las raíces antes del trasplante. Al mismo tiempo se puede observar la presencia de cochinilla de raíz. Como recipientes recomendamos macetas de plástico solo un poco más grandes que el tamaño de la planta. En el caso de la subsp. lanata y sus variedades necesitaremos macetas más profundas para contener su raíz napiforme y con el tiempo, macetas más anchas pues la subsp. lanata amacolla lentamente.
Rebutia neocumingii ssp. pulquinensis sucrensis de 30 meses

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